La tostada cortijera es un homenaje a la cocina tradicional de los cortijos andaluces, un desayuno o aperitivo que celebra la pureza de sus ingredientes. Sobre una rebanada de pan de barra, tostada hasta la perfección, se extiende una capa de tomate fresco rallado. Este tomate, con su acidez y dulzor natural, se convierte en la base de la tostada. Un generoso chorrito de aceite de oliva virgen extra empapa el pan y el tomate, aportando una complejidad y un aroma inigualables. A menudo, se corona con una loncha de jamón serrano, que añade un toque salado y un carácter inconfundible. Es un plato simple, pero lleno de sabor y tradición, que te conecta directamente con la esencia de la dieta mediterránea.
Sencillez y Tradición en Cada Bocado
La tostada cortijera es el ejemplo perfecto de cómo los ingredientes de calidad no necesitan de la complejidad para brillar. El tomate fresco y el aceite de oliva, pilares de la cocina andaluza, se combinan con la robustez del pan y la intensidad del jamón para crear un bocado equilibrado y profundamente satisfactorio. Es un desayuno que te llena de energía y de nostalgia por los sabores auténticos y caseros.